FINALES

07/05/2020

Me siento extraño. No sé qué se esconde en las paredes de mi pecho. Quiero escapar, pero no sé a dónde y no sé a qué; de todas formas, no puedo escapar de mí. Han sido semanas donde he tenido que aprender a soltar y dejar ir. No puedo decir que no se sienta extraño. Es adaptarse a una nueva situación, a un nuevo cambio. No todos los cambios son malos...todo depende de cómo los tomemos. Tratar de aferrarse a algo sólo lastima y no deja que uno avance. Duele un poco, pero hay que saber abrazar el dolor. Es extraño, es más fácil escribir cuando estoy triste; ahora me siento vacío y las palabras salen escuetas e igual de vacías. Pretendo que las cobijas abriguen mis miedos durante la noche, pero en la mañana, al despertar, cada uno me recuerda que estuvo vigilante a mis sueños. Dejo que el tiempo estos días me roce la piel. Espero la noche, pero no el día ¿Qué tiene el día de interesante? Me atrae más el atardecer porque llama la noche. Cuando el sol se oculta y el cielo se prende en llamas naranjas y violetas. Esa indeterminación del día me fascina. Luego la noche desprende su calma, quieta...vacía. Cómo quisiera estar en las praderas cuando me alumbra la luna y las estrellas narran historias. Incluso en este encierro de mierda el día fatiga, el ruido fatiga, la ciudad fatiga. La noche lo hace encontrar mejor a unx mismx. Donna Haraway me entendería. Cansa tener que cumplir unos roles, alcanzar unos objetivos para ser "alguien", burocracias, tener que ver la vida con fines capitalistas. Las visiones del mundo que nos han implantado nos rompen, nos hacen crecer los miedos, las heridas, nos mete en cárceles mentales, nos daña y algunas veces dañamos. Nos queda salirnos un poco y crear nuestras propias utopías.